La verdad ni una ni otra, en verdad me tuve que abstener en mis actividades blogolísticas debido a un loco examen de una loca materia de mi extraña carrera.
El punto entonces en este post, no es disculparme sino exponer ante todos ustedes un poco de lo que he observado.
Recientemente (de unos 21 años a la fecha), me dediqué a la observación y catalogación de las actitudes, actividades y acciones humanas de los individuos que me rodean.
Ahora bien, para dejarme de rodeos y caer por completo en las especificidades, La semana pasada me encontraba en mi acostumbrado trayecto hacia mi lugar de trabajo/estudio/pérdida de tiempo, cuando en el autobús, sentada unos asientos frente a mí, iba una pareja (o por lo menos aparentaba serlo).
No había nada sobrenatural acerca de ellos, lo único que llamó mi atención es que estaban teniendo una pequeña discusión por un teléfono celular.
Poco a poco el pleito fué cobrando fuerza, hasta que, unos 10km después de que pudiera presenciar el inicio, presencié el final.
Entonces fué como predije...
El sujeto en plena discusión mostró unas cuantas muecas o expresiones características de un carácter propenso a la violencia. Entonces, cuando ví la expresión que se reflejaba en su rostro al momento de discutir, deduje que el problema sólo podría terminar mal.
Ya que el sujeto no poseería el valor d tomar alguna reprenda en contra de la chica (o sujeta pues) ante la mirada espectante de la ciudadanía que se encontraba abordo de dicha unidad de transporte.
Sin embargo, la chica, sintiéndose ofendida (y con mucha razón) tomaría las medidas necesarias para escapar de una situación en la que se viera amenazada su integridad, sintiéndose apoyada por la misma multitud que presenciaba su predicamento.
Esa fue mi predicción, obviamente con sus debidas restricciones relacionadas a la constancia de las acitudes tanto de defensa como de ataque de los protagonistas del "pancho ese".
La discusión terminó abruptamente, ya que no estaba prestando atención a la discusión por que prefiero dedicar mi atención al paisaje. El mismo paisaje que veo diariamente, de ida y de regreso.
Recuerdo que la frase fue algo como "Me vale madres, quítate".
Vale la pena mencionar tan irrelevante suceso ya que da apoyo a mi loca teoría de que una persona "promedio" puede ser leída, identificada y etiquetada correctamente según su lenguaje corporal y su expresión facial, es decir, puede ser catalogado mediante el lenguaje de su subconsciente.
He ahí una loca teoría proveniente de la observación de la "plebe".
Ahora bien, esos factores que determinan el carácter de una persona, se ven originados por dos diferentes tipos de factores.
1)Los factores ambientales.
2)Los factores geneticos y bioquímicos.
Con factores ambientales no me refiero al clima o a la nubosidad presente (aunque puede llegar a afectar), me refiero a todos aquellos factores que son originados por terceras personas sobre el sujeto en cuestión.
Estos factores ambientales son los más comunes en la detonación de características violentas dentro de la personalidad del individuo. Es decir, la mayor parte de los asesinos en serie tienen un historial similar respecto a los abusos y degradaciones que han sufrido en el pasado.
Es decir, las características del ambiente en el que se desarrolla el individuo son uno de los detonadores de conductas "locas" o inadecuadas.
Ahora es cuando, ustedes lectores protestadores como deberían ser, sacarían a la luz los factores genéticos.
Pues no les he olvidado.
Una de las ciencias que más me atrae (como mosca al azúcar), es la neurología, mezclada con un poco de psicología y espoloreada delicadamente con un poco de química.
La genética, que es el instructivo que siguen las células para fabricar lo que necesiten, llega a tener pequeños resbalones. Si resbala hacia un lado, resulta que alguien sale rubio. Si resbala hacia el otro, resulta alguien sin cabeza.
Así pues se mueve un poco hacia enfrente y reslta todo en una macroproducción de testosterona, que haría a un hombre (o a una mujer) súmamente varonil y musculoso, pero también increíblemente violento. Así pues, por un castigo de la genética habemos unos pocos condenados a tener caminos distintos.
Bendita sea la genética, hasta que resulta en cancer.
Así pues, he de contarles, en un giro inesperado de la línea narrativa de este post, que ahora para mi monstruosa persona, las interacciones sociales no son más un martirio.
¿Increible? un poco...
El punto es que he recurrido a métodos más drásticos para acceder a la sección atrofiada de mi masa cerebral: la inteligencia social.
Una estrategia interesante que tienen algunos ejércitos de la historia es el semi "multitasking" de cada soldado de un pelotón o regimiento. Es decir, si un artillero cae, el resto del pelotón está entrenado para poder suplirle en el mometo en el que se ausente, aunque no sea la misma calidad de artillero.
Entonces pues, me dispuse a pensar: ¿Cómo podría reestablecer una supuesta "inteligencia social" que tengo casi por seguro, nunca tuve?.
Entonces vino a mí demanera casi espontánea e inconsciente la estrategia que me llevaría a disminuir e incluso posiblemente eliminar mi disfuncionalidad social.
El mecanismo de acción es similar al ejemplo del artillero, pero aplicado a las múltiples inteligencias que una criatura antropomórfica como yo puede desarrollar.
Ahora, considerando las fortalezas y debilidades respecto a los distintos tipos de inteligencias de las que soy amo y señor, apliqué un poco de mi raciocionio lógico-matemático (más la sección lógica) para poder rellenar el vacío de la inteligencia social.
Esto, y una pregunta de un contacto de messenger me llevó a formular y establecer una serie de reglas sencillas en las que se basa por completo mi terapia de redaptación social.
A continuación las presento:
- No tengas miedo a usar frases vacías.
- No tengas miedo al malentendido, si sospechas que ha ocurrido, realiza una aclaración.
- No importa cuan obvia sea la información que el interlocutor solicite, reafírmala sin hacer parecer menos al que la solicita.
- Ante todo, busca siempre tener la última frase en una conversación, ya que demuestra interés y fomenta la creación de lazos "sociales" más que sólo asentir y guardar silencio.
- En caso de carecer de una frase de respuesta, repite la frase del interlocutor terminando con una frase de reafirmación como "si verdad?" o parecidas.
- Mira a los ojos o a algún punto de la cara por instinto, aprende a ignorar el lenguaje corporal ajeno y aprende a domar tu lenguaje corporal.
- Gesticula de una mayor manera con movimientos corporales, da la sensación de interés al interlocutor y fomentará la conversación.
- Evitar los silencios incómodos con un chiste, sonrisa, risa simple o comentario de "complementación".
- Evita sacar a flote datos científicos que haga sentir a los demás incultos. Y la más importante...
- Aunque sientas o creas poseer una inteligencia mayor al promedio de gente que te rodea (sea cierto o no), aunque las personas que te rodeen tengan un IQ rayando en la imbecilidad, jamás des a notar tu inteligencia superior a menos que sea solicitado, de otra manera la población circundante se sentirá amenazada y tenderá a rechazarte...
Así pues, con estas diez reglas sencillas de leer y difíciles de practicar para un inadaptado social es en las que se basa mi técnica de readaptación social.
Al parecer funciona. Suerte übergeeks...
***FIN DEL COMUNICADO MIXTO**
