The good, the bad and the funny...

Cuando se dio cuenta que sólo era un payaso más...

Snoop Dogg en sus inicios...

Estupida semana

Mucho material para post, recién salido, necesito tiempo para pasarlo en limpio, será otro día, nos veremos...

Minimi (Mini me)

Tengo tanto trabajo que me vomito.

La verdad no es tanto, en el laboratorio, ya empezó lo peor, millardos de muestras que analizar y millardos de análisis que llevar a cabo.

Pues he tratado de entrar un poco más progresivamente al mundo de la literatura, si bien no como se debe, apenas estoy dando "los primeros pasos", como dijera algún gran pensador, "desde el camino mas corto hasta el más largo, todos empiezan con un paso". Creo que fue Confucio el que dijo esto, pero no les aseguro nada.

Hoy no les hablaré de nada interesante, será porque nunca les hablo, sólo les escribo.

Pues a ver que más me da la extraña masa pastosa que habita en mi cráneo para darle nueva vida a esta página, digo, no quiero terminar este blog como una página de refritos (fucking refritos) y cosas así. En serio que ya no sé que hacer, tal vez empiece a considerar la posibilidad de escribir sobre los camaroncitos.

Bueno, no la verdad no, aunque cuando gozaba del privilegio de soportar aquellas sopas instantáneas del demonio (Maruchan), disfrutaba de aquellos pequeños moluscos (o crustáceos, lo que fucking sea) a pesar de que pareciera comida para tortuga.

No tengo ninguna afición por los camaroncitos, aunque uno que otro lector medio deschabetado los adore a tal grado de proponerlo como tema de post.

No recuerdo cuando fue la última vez que pude asegurar que podía comer lo que fuera. Ahora, mi estómago se ha vuelto un poquitín caprichoso y le cuesta trabajo medio digerir alguna que otra sustancia, sustancias comúnmente encontradas en la Coca-Cola y la Maruchan.

Técnicamente, mi estómago me está haciendo un favor, ya que la Maruchan es mucha cosa que no ayuda para más que para quitar el hambre y/o el antojo. En el caso de la Coca, la situación está poco mas que pior (lo pior de lo pior).

Tiene ese veneno negro un pH tan ácido que podría disolver tus calzones. Bueno, no estoy seguro (por aquellos lectores que usen calzones de kevlar), pero los huesos si los disuelve, poco a poco, a su ritmo. Es tan fucking ácida que deshace el esmalte de los dientes.

Ahora que lo noto, siempre me he preguntado, ¿no se pronuncia "deshace" en lugar de "desase"?. En fin.

El punto es que poco a poco acumulo los achaques de la vejez y bueno, no era para más, 7 siglos y medio no pasan en vano.

Ahora que recuerdo (y lo escribo para meter paja), los camarones son crustáceos, por aquella frase de Brendan Fraser: "No gracias soy alérgico a los crustáceos".

Y bueno, después de hablar de camaroncitos, Maruchan y Coca no queda mucho que decir, ya casi abarco todo mi repertorio y estoy a punto de quedarme callado...

En realidad estoy callado, porque escribo sin hablar. Como me molesta la gente que necesita balbucear, murmurar o de plano hablar mientras lee. Sólo es una molestia, no es para agregarlos de lleno a la serie "Me caga".

Algo que si me caga es que ya no me cague nada nuevo (y no, pueden guardar los mojones para otro día).

Es decir, tal vez me estoy volviendo un poco más tolerante, o mi memoria empeora.

Ya me acostumbré, a la gente que cuestiona mis creencias (maldito sea Fernando Lara Pastrana), a la gente que se sienta en las escaleras, a los cíbers (que gracias a Dios no he visitado ninguno desde hace años), entre otros.

Lo que me sigue cagando, es la gente hipócrita, cuando se lleva la hipocresía al límite, eso me caga.

Pero hay un Diooos...

***FIN DEL COMUNICADO***

(y realmente espero comentarios, en especial por las últimas 3 líneas)