Frase célebre aleatoria

viernes, marzo 27, 2009

Me caga la gente que se duerme en el camión.


Este, como verán es un titulo bastante explicito.

Es una molestia increible la que causan (por lo menos a mí) los "durmientes" en los autobuses de esta mi cochina ciudad. No han sido ni una, ni dos ni tres las ocasiones en las que estupidamente me veo obligado a compartir un asiento con dichos seres.

Bien han de saber, que si tengo esta opinión sobre ellos, es porque me he visto directamente afectado por tan horripilantes entes. Primero que nada, dado que me considero voyerista un buen observador, siempre he preferido los asientos que se hallan junto a alguna ventana.



Esta, señoras y señores del jurado, es la pena que tengo que pagar por obtener una vista decente.

Sería aceptable y hasta tolerante, si las personas que osan abrazar a morfeo junto a mí, lo hicieran sin perturbarme. ¡Oh mistico ser de peluche azul! -dirán- ¿Como es que te molestan los durmientes de los camiones?.


Primero que nada, son irritantes porque impiden mi avance libre hacia la compuerta de salida de este malévolo transporte que acostumbro usar. Es molesto, tener que irrumpir en las inimaginables (por lo menos para mí) fantasías eróticas en las que se encuentran sumergidos, con la única excusa de quítate puto "¿me permite pasar?".


Si bien eso es incómodo, me llena de ira cuando osan "cabecear" hacia mi monstruosa persona. Si fuera una chica (mujer joven), dicho martirio, seria "llevadero". Porque sólo despertaría y diría "disculpa", a lo que yo responderia muy amablemente con un "no hay problema". Lo realmente molesto de esto, es que el cochino autobús que acostumbro tomar, pasa por los parques industriales, así que generalmente va lleno de obreros. Malditos obreros.

Les contaré mi calvario...

Hiba yo, por aquello de las 6:00pm o 7:00pm, en el autobús que normalmente me llevaría al único lugar que puedo llamar 5o infierno hogar, cuando se sube toda una horda de obreros. Uno de ellos, se sentó junto a mí (por falta de algun otro asiento libre). El desgraciado este, cansado de todo un día de pendejear de trabajar, se dispuso a dormir; hasta ahí todo marchaba bien. Hasta que empzó su extraño ritual de "cabeceo". En repetidas ocasiones, estuvo a punto de hacer chocar nuestros respectivos cráneos. Ni cómo decirle que se mantuviera despierto...



Bueno, eso fue por más de 40 largos y agonizantes minutos.

En otra ocasión me sucedió lo mismo, solo que con una infante de alrededor de 11 años, cosa que lo hacía casi igual de molesto. Con la única exepción de que dicha morrilla, se quedó dormida con la cabeza mirando para arriba y la boca abierta, con lo cual pude haber depositado en ella una cantidad gigantezca de insectos, chicles masticados o pelusas...

Para qué me hago el tonto. Yo también acostumbro dormir en los autobuses, pero yo lo hago de maneras 4 o 5 veces más comicas, porque generalmente me voy pegando con el vidrio o con la lámina. Pero esa es mi manera de vengarme de esa gente. Fuego contra fuego. Ojo por ojo y diente por diente...



Y ni siquiera les he contado del sujeto que hiba leyendo una historia porno-erótica (porque tenia muchas letritas, además de las imágenes sugestivas XD). Es un recuerdo sumamente gracioso, pero será otro día. Hasta la próxima mis lectores!!!

***FIN DEL COMUNICADO***

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