Frase célebre aleatoria

domingo, enero 03, 2010

¿Porqué la gente habla?.

Hurgando en mi biblioteca personal, hallé algo de uno de mis autores favoritos, yo creo que mi autor favorito y eso infla mucho mi ego, les dejo algo para que lean un poco. Nerds...

¿Porqué la gente habla?

Y no me refiero a parlotear comúnmente, a charlar, a platicar. Me refiero exclusivamente a aquellos comentarios que a mi parecer "a nadie importan". No me refiero a la gente loca que habla sola (como tu servidor).

Me refiero a aquella gente que habla, habla y no dice nada.

Es curioso cómo me llegan las preguntas para las respuestas que he tenido durante tanto tiempo.

También es curioso como la mayor parte de todas las preguntas y mejor aún, que casi todas las preguntas relacionadas con conductas tienen una respuesta en común: El miedo.

Porque he sido testigo de cómo las personas tratan de hacer "bulla", hablando, escuchando música, prendiendo el radio o la televisión con tal de huir del silencio, ese silencio que les perturba, que les carcome los oídos. He visto cómo se ha vuelto costumbre, más que costumbre, un vicio para muchos tener algo que escuchar, algo que les distraiga del verdadero dolor.

Lo describiré de la manera más sensata posible.

Llegué a la conclusión de que la mayoría de las veces no es por el gusto por la música, ni por escuchar algo que realmente valga la pena, a veces ni por la calidad de una buena conversación entre compañeros, amigos o conocidos. La gente busca el sonido porque le teme al silencio.

Aquél silencio en el que el único distractor es el pensamiento propio. ¿Qué es lo que la mente sensata hace primero? Trata de solucionar los problemas, trata de buscar solución a lo incorrecto, la perfección a lo imperfecto. ¿Qué es lo que la mente trastornada hace? Buscar explicación y causas a todo aquello que considera interesante.

Aquellos con mentes trastornadas vivimos atormentados en un mar de ruidoso silencio, con la cabeza llena de signos de interrogación revueltos con "hubieras". Los que se llaman sensatos, dejan de preocuparse por los porqués y empiezan a pelearse más con el cómo y el qué.

Siento que aquellos que dejan de buscar respuestas, empiezan a acumular preguntas, más y más preguntas que al final se vuelven un tormento, una carga difícil de soportar. ¿Para qué buscar el silencio, si sólo me atormenta con problemas y recuerdos dolorosos?. Es por el miedo al dolor que la gente no disfruta del silencio, porque el silencio es la paz exterior, mas no la interior.

Aquél que encuentra el silencio en su propio ser, está condenado a unirse a la perfección en algún punto. Es como la línea que de ser secante pasa poco a poco a ser la tangente y que lentamente, en el momento cúspide, pasa a ser parte de la misma circunferencia de la sabiduría de la existencia misma.

Silencio, el adorado silencio.

Sé que en presencia del silencio externo, el natural, brotan sin querer todas aquellas ideas que mantenemos aprisionadas con el sonido, brota desde la más estúpida hasta la más asombrosa y sabia. Es en momentos de silencio que las grandes mentes han llegado a la cima.

Brotan las ideas de aquellos que sufren de curiosidad e ingenio. Nace el dolor en aquellos que han sido condenados con trivialidades sin sentido. Llegan recuerdos dolorosos, profundos traumas que no llevan a nada, y no llevan a ninguna parte porque así lo desea el que lo sufre, el que no los enfrenta.

Se vuelven un obstáculo que no enfrentamos, que no rodeamos o que no evitamos. Simplemente lo cubrimos con una manta de olvido y hacemos como que nunca pasó. Pero de vez en cuando, arrasa el viento del silencio que deja al descubierto el dolor que teníamos oculto bajo una polvorienta capa de estupidez.

Y duele, duele mucho darse cuenta que lo que hemos tratado de negar, siga ahí. Porque si hay algo que no se puede cambiar, es el pasado.

Duele y duele demasiado. Duele tanto que buscamos la manera de evitar el dolor, ahora hay miedo al dolor, miedo a sufrir y a enfrentarle. El miedo es lo que nos impulsa a tomar las decisiones más erradas, el miedo mas no el dolor.

Aquél que le teme al silencio, consciente o inconscientemente, teme a la posibilidad de encontrarse a sí mismo, de enfrentarse a sí mismo y miedo al final de no vencer su propio dolor.

Analizando otro tipo de silencio, he presenciado silencios que dicen demasiado.Aquél que es observador y un poco paranoico tal vez sepa a qué me refiero.

He visto en los ojos de una persona, como oculta con el silencio el ruido de su corazón. He visto como apuñalan sentimientos por el miedo, como callan lo importante y dicen lo trivial. Aquí un consejo a los viajeros: "Si encuentran a una persona que es cercana, que en aquél momento en el que se encuentran solos calla, pero suspira, preocúpense. Si el silencio se mantiene, pueden abandonar la preocupación. Pero, si el silencio es interrumpido por palabrería inútil, vaga y difusa, pueden triplicar su preocupación.".

Ésta es una conducta que he observado demasiadas veces a lo largo de mi corta vida, hasta ahora que me dispongo a explayar mis teorías, jamás la había encontrado tan minuciosamente analizada, ahora que he pensado tanto sobre el silencio.

El silencio en una persona cercana manifestado de esa manera, sólo puede indicar una cosa: Tiene problemas. En la vida en genera, trabajo, escuela, oficina o en el corazón. Si el silencio se mantiene, lo más seguro es que haya comenzado a analizar la situación, a vislumbrarle desde otros puntos, a buscarle una causa para encontrar la solución. Pero si el silencio se ha interrumpido por palabrería idiota, eso indica la inteligencia de la persona. Inteligencia vista aplicada al posible problema que posea, porque ha decidido entonces asesinar el silencio por una de millones de causas. La más común, que no halla la respuesta, o que la rehúsa.

Pero, si a diferencia de todo lo anterior, finaliza el silencio con un suspiro, es buena señal, todo marchará bien. El suspiro, ha marcado la conclusión de el proceso de búsqueda de respuesta. Tal vez no una respuesta concreta, posiblemente un muy efectivo "pues ya"...

El silencio dice tantas cosas, habla tanto el silencio; es una lástima que pocos entiendan su idioma, es una lástima aún más grande que tanta gente lo hable, sin entenderle...

No hay comentarios.: