Pues bien público inerte ilustre de EMB!!!. Primer día de escuela y todo se había presentado tal y como esperaba hasta las 9:00 am...
Ahora el siguiente profesor no aparece y no me queda más que la oportunidad de salvar este cochino blog.
Ayer domingo fuí invocado convocado para realizar una de las actividades mas de barrio pueblerinas que me permito, ir al mercado.
Debido al vacío materialista que mi aparato refrigerador estaba generando dentro de sí, fuí requerido para la búsqueda de víveres que pudiesen ser necesarios a lo largo de la semana.
Oh! destino cruel que fué escrito con letras de sangre y pluma de oro, ¿porqué tenía que ir a Almoloya?
Como podrán haber deducido por el comentario anterior, debido a el tipo de transporte que comúnmente utilizo (palanquín maniobrado por cuatro gorilas albinos), tuve que dirijir mi atención compratoria hacia el mercado dominguero de Almoloya de Juarez (porque fué comprada por el tipejo de los billetes de $20).
Hacía ya milenios, desde los albures albores de la civilización que no visitaba tan distinguido tianguis como el fabulosísimo mercado de Almoloya .
Minifaldas, escotes y tacones altos. Mi sorpresa fué grande cuando vi el mercado atiborrado de éstos, y no, no en los puestos comerciales.
Simplemente no entiendo a la gente del pueblo...
¿Se arreglan tanto sólo para ir al mercado?. Esto es nuevo para mí. ¿Acaso así se consiguen mejores precios?. Pfft...
No diré qe parecía degradante, ni todo lo contrario. Simplemente quedé sorprendido, tal vez demasiado.
De aquí a que recupere la confianza de escribir más y mejor (31 de enero), creo qe será lo más extenso que escriba.
Gracias...
(Aplausos y ovación de pié)
***FIN DEL COMUNICADO***
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