Frase célebre aleatoria

lunes, febrero 01, 2010

¿Y qué si quiero escribir mi propia biblia?

Los textos "sagrados" de los católicos, cristianos y demás religiones Jesusistas, fueron escritos mucho después de que Jesús "entregara el equipo" y luego lo recuperara sin que nadie lo notara.

¿Acaso las palabrerías y malas traducciones de los monjes y sacerdotes de hace milenios le hacen justicia a las enseñanzas dignas de un "hijo de Dios"?

Tal vez no he leído muy bien las "santas escrituras", pero en las partes que he leido de los evangelios, pude encontrar odio, rencor y pura idiotez.


¿Podría acaso alguien que profesaba perdón eterno y amor incondicional al prójimo juzgar, evidenciar y aborrecer a otros por diferencias como lugar de nacimiento, creencias, preferencias sexuales o incluso oficio?

Adoro la retórica, pero en este caso la respuesta es si y no. La historia bíblica que más me ha marcado es la de la mujer griega a la que Jesús le negó un milagro. "No se quita el pan de la boca de los hijos para dárselo a los perros". Sin embargo la mujer respondió de manera que ilustró a Jesús.

¿Puede un "hijo de Dios" ser ilustrado por un ignorante de la fé cristiana?

Jesús no era perfecto, la perfección no tiene cabida en este mundo, es inalcanzable. Pero así como el sol se hunde en el horizonte sin siquiera tocar a la más alta montaña, un hombre común, puede acercarse a su definición de perfección tanto como desee.


Porque tal vez la perfección no es saberlo todo, sino saber lo suficiente.

Desde el átomo minúsculo y sus partículas, hasta el vasto universo y sus leyes; todos los seres tienen algo que aprender, algo que enseñar y alguien de quien hacer uso para tales efectos.

Jesús aprendió ese día a curar griegos, ajenos "según las escrituras" al nuevo amor de Dios.

¿Acaso la iglesia no puede aprender a vivir con la verdad?

Hay espíritus, demonios, homosexuales, transexuales, magia negra y posesiones. Hay errores y desiciones, castas y pederastas.

La iglesia católica no aprende. No defiende las enseñanzas básicas de su Dios, defienden las degeneraciones de supuestos "iluminados".

Pues bien, yo pretendo defender las enseñanzas de mi Dios, la experiencia. No impondré mi voz a ningún pueblo, no quiero que sigan mi camino; quiero que el mundo abrace la verdadera libertad de creencia, que cada uno cree su propio sendero.


"Hágase tu voluntad en la religión como en la ciencia y no la de ellos".

Ojalá algún día se junte suficiente texto interesante y lleno de ideas valiosas como para considerarlo una verdadera biblia, aunque no la llamaría igual. Mucho menos "Santa biblia", ya que no me considero especialmente sabio, santo o sonzo. Tal vez se nombre "Los evangelios según San Eduardo de los dudosos" o algo así.

Más que el nombre, me preocupa más el contenido.

En la biblia se enfocan a hablar de Jesús y Dios en general. Eso es fácil, es mucho más sencillo escribir de algo ajeno a uno mismo que de algo interno. Esto porque para conocer e mundo exterior tenemos cinco sentidos y el cerebro para interpretarlos.

En cambio para poder vislumbrar el mundo interior, una persona sólo puede echar mano de su cerebro. No importa lo que se vea, no importa lo que se oiga o lo que se sienta. En esta búsqueda se tiene que llegar más profundo, sin ayuda y sin pista alguna.

Jamás he estudiado a fondo las religiones del mundo, mucho menos las culturas. no me he interesado en lo absoluto dominar el conocimiento de los antiguos, los "abuelos", como les llaman los neófitos.

Tampoco busqué saciar la sed de conocimientos con ideas prestadas sin ponerlas en tela de juicio, al filo de mi propio intelecto. De un tiempo hacia este momento, aumentó mi necesidad de filosofía, la necesidad del descubrimiento más increíble y difícil de lograr: el autoconocimiento. Vi hacia dentro en lugar de hacia el exterior. Pude saber de la viga en mi ojo, pude admirarla e intento removerla.


Los problemas del interior poseen solución dentro del mismo espacio interno.

Todo esto es difícil de lograr y requiere de una compañía adecuada. Cualquier imbécil admira el rojo brillante de la rosa, pero no todos saben apreciar la belleza de la biznaga...

El silencio cristalino y reflexivo, me trae dos problemas, uno de ellos, la soledad.

Un día alguien me enseñó a adorar la soledad. Al día siguiente aprendí a domarla. "Más vale solo que mal acmpañado". No aplica sólo en el amor o la amistad, es una ley válida en la vida en general.

Miro a mi alrededor y veo pequeños cúmulos de gente parlando, intercambiando chismes y rumores. Es una comunicación que no comprendo. Uno pregunta y otro responde; pero...

¿Realmente razonan lo que dicen o es una acción preprogramada de la niñez?


Y heme aquí, sentado al pié de un árbol, con pluma en mano, soltando letritas negras y chuecas sobre papel. Solo, con un poco de música que hace una breve interferencia con la palabrería sin sentido que alcanzo a percibir.

¿Podré algún día escrbir mi evangelio?....

Si; todo gran camino, comienza con un pequeño paso...


***FIN DEL COMUNICADO***

1 comentario:

Willow Sweet dijo...

Bien dicho!!
Ya que te pones, escribeme una a mi! xD